Su marido, Cresfonte, hijo de Hércules y rey de Mesenia, resultó muerto en una rebelión junto a sus dos hijos. El hombre que le sucedió, Ponfonte, la tomó como esposa; pero ella había ocultado a su tercer hijo, Épito, en Arcadia. El muchacho volvió años después, vanagloriándose de haber asesinado a Épito, y así logró que Ponfonte lo recibiera amablemente. Su madre, sin embargo, sin saber quién era, se propuso matar al que tomaba por asesino de su hijo. Descubierta a tiempo la verdad, ambos mataron a Ponfonte y Épito se convirtió en rey.
Mitos breves, Edith Hamilton.
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