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Debido a la escasez de tiempo por asuntos escolares entre otros, dedicaré a proveer información de la autora Edith Hamilton de su libro Mitología una hora como mínimo todos los días. Este blog se irá construyendo poco a poco, les pido paciencia.

viernes, 29 de marzo de 2013

ARACNE

Sólo el poeta latino Ovidio cuenta esta historia, de ahí que se usen los nombres latinos de los dioses.

El triste destino de una doncella fue otro ejemplo de lo peligroso que era creerse igual a los dioses en algo. Minerva era la tejedora del Olimpo igual que Vulcano era el herrero. Lógicamente, ella consideraba que sus tejidos eran inigualables en exquisitez y belleza, y se ofendió mucho cuando una simple campesina llamada Aracne afirmó que su trabajo era superior. La diosa acudió de inmediato a la cabaña donde vivía la campesina y la retó a una competición. Aracne aceptó. Ambas colocaron sus telares y extendieron la urdimbre sobre ellos. Luego empezaron a trabajar, con grandes montones de bellos hilos coloreados como el arcoiris, y hebras de oro y plata a su lado. Minerva hizo su mejor trabajo y el resultado fue una maravilla, pero el de Aracmme que terminó a la vez que la diosa, no era en un modo inferior. Así que Minerva, en un ataque de furia, rasgó la tela de arriba a abajo y golpeó a la muchacha en la cabeza con la lanzadera. Aracne humillada, mortificada y terriblemente furiosa se ahorcó. Entonces Minerva se arrepintió un poquito, descolgó el cuerpo y lo roció con un líquido mágico. Aracne se transformó en una araña, y desde entonces conservó su destreza como tejedora.

Mitos breves, Edith Hamilton.


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